donde quema el amor y arde la espera:
Hay cielo verdemar la tarde entera,
color de ayer, color de la jornada
que vendrá con el éxtasis. Mojada
por el agua del júbilo, ligera
como el carmín azul de la ceguera,
tendrá en su porvenir fiesta gozada,
porque nunca se fija, siempre pasa
con el gesto de un ala. Pero el vuelo,
transición de la forma con que abraza
la furia del amor carne y anhelo,
no tiene situación ni tiene casa.
Pero tiene maría, mar y cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario