Epílogo
Dolico-dromos (dolicos largo, dromos, corredor) es la palabra que los antiguos griegos utilizaban para nombrar al corredor de larga distancia; a partir de ella he formado el vocablo dolikódromo, con el que quiero abrazar a todos los corredores de fondo, desde los que cubren distancias de cuatro o cinco mil metros hasta los que alcanzan los cuarenta y dos mil ciento noventa y cinco del maratón, y aún a aquellos que van más allá, aunque aquella carrera larga de las olimpíadas clásicas se corría sobre cuatro kilómetros y medio. Píndar dedicó una de sus odas olímpicas a Ergóteles de Imera, vencedor en una edición de la prueba; de ahí he tomado el tema y algunas imágenes.
‘Per joi e per de-port’ dice en provenzal ‘por gozo y por regocijo’.
Daniel Vera
Córdoba, l996.
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