sábado, 31 de julio de 2010
Poemas Prójimos. Nota
Poemas Prójimos es una invención reciente, y ensaya, quizá sin fortuna, ese destino de muchas invenciones, si no de todas, por el cual escapan a la voluntad del autor y, o bien no llegan a ser poemas -les falta esa pizca de no sé qué-, o bien son algo más que poemas, les sobra filosofía o moraleja o algún otro modo de la pesadez. Por supuesto, están bajo la admonición de Miguel Hernández y aspiran a formar parte del "Gran Todo de la Nada de los Casis".
Poemas Prójimos I
Tan lejos y tan cerca del poema.
Tan lejos de saber exactamente
Lo que sería el mundo sin la mente.
Tan cerca de ignorar ese problema
Y encerrarse en la nada del poema
Donde pueden calzar exactamente
Mente y mundo, y su espejo: mundo y mente,
Porque sólo hay palabras. El problema
Persiste. No adelanta la mudez
Del mundo solución, aunque tal vez
En el silencio inmóvil acontece
Cierta visión certera de las cosas,
Frágil acaso, música de rosas
Que sabe lo que ignora y apetece.
Poemas Prójimos II
Delgada apenas lámina separa
Mundo de ser de mundo de no ser.
Imita de ese modo todo ver
Y oculta distinción de voz y cara.
No tiene parecer. No se separa
Con engañoso gesto de su ser.
No hay voz para palpar, tez para ver.
Se ve clara su voz. Se oye su cara.
Pero palabra siempre por sí misma
Busca sin encontrar y al fin se abisma
De este lado o de aquel: nunca en la flor.
Tan poco, tan escaso lo que falta.
Yerra por baja cuando no por alta,
Aunque es la luz, la sombra y el color.
Poemas Prójimos III
Ya poeta perdido en laberinto
De vocablos perdidos, sin un mapa
Para buscar con método, se escapa
De cada incertidumbre por instinto,
Es decir, por azar. El laberinto
Finge a veces desorden, como un mapa
De ser todo no ser, y sólo escapa
En atávicas alas del instinto
Que algunos llaman fe y algunos arte.
Pero tampoco es todo, sino parte
De un enredo mayor: el universo.
Fuente o bien de placer o bien de espanto:
No tiene consistencia para canto
Y le sobra substancia para verso.
Poemas Prójimos IV
Ríes porque no alcanzo lo que alcanzo.
Menudencia menuda, casi broma
De quien se siente a salvo y no se asoma
Al vértigo de ver que mientras danzo
Me elevo para asir lo que no alcanzo.
Es menos que ilusión, menos que broma,
Simplemente el mirar de quien se asoma
Tan alto como puedo mientras danzo.
Está bien, ya te entiendo, siempre caigo
De nuevo, tal vez mal, pero no arraigo.
Digo: no todavía. Si no un vuelo
Por lo menos un salto más me queda
Para llegar tan alto como pueda.
Tierra a tierra. ¡¿Qué digo?! Cielo a cielo.
Poemas Prójimos V
Tampoco he sido nunca muy profundo
Y jamás he llegado muy abajo:
De lirios en delirios más bien ajo
Que azucena rampante sobre el mundo.
Puedo ser ingenioso, no profundo.
¿Y quién sabe si hay algo más abajo?
El sabor provenzal lo ponen ajo
Y perejil: lo sabe todo el mundo
Y alimenta mi dicha y mi cocina.
Más hondo no me meto. Mi vecina
Aprecia poco grandes inmersiones:
¿Qué ha de haber más allá de más allá
Que no haya más acá de más acá?
Esa no es una de mis obsesiones.
Poemas Prójimos VI
Profundidad y altura: superficie
Que se desplaza rápida y no baja
Ni sube más que ella, pero encaja
Razones y pasiones de molicie.
Inmóvil no hay ninguna superficie.
Superficie: no sube cuando baja
Ni baja cuando sube donde encaja
Profundidad y altura con molicie.
Los costados también son inmortales
Y también imposibles y fatales.
Quedan para lucir epifanías
Que salen desde arcanos al encuentro
De aquello que querrían llamar centro
Y está hecho de azares y agonías.
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